El afán moderno de vivir sin pausas nos obliga a olvidar cosas esenciales. Así, vamos acumulando residuos de una vida agobiante que necesitan ser eliminados para construir un equilibrio mental y corporal.
Cerrar los ojos, alinear el cuerpo, respirar más profundo y entrar en contacto con nuestro ser, debe convertirse en un regalo que nos demos todos los días para combatir estos tiempos de multitudes, presiones y neurosis, que repercuten en nuestra emocionalidad hasta agotarla. La meditación es una actividad desintoxicante muy poderosa, y nos ayuda a procesar y saber manejar las influencias externas para llevar una vida más liviana y, sobre todo, más consciente.
¿Qué es la meditación?
La respuesta a esta pregunta es tan distinta como cada persona que la practique. Depende de cómo se perciba y el sentido que le dé. Sin embargo, a grandes rasgos, se define como un estado de conexión con la esencia más pura del ser, donde, mediante un entrenamiento de la mente, se estimula la energía vital y se contemplan los elementos más importantes de la existencia. Su poder y efectividad ha hecho que, desde monjes budistas hasta ejecutivos y empresarios, adopten la práctica como un mecanismo depurador que selecciona lo que debemos dejar y lo que no, en nuestras vidas.
La meditación logra conectar diferentes dimensiones corporales y mentales, al permitir renovar la energía vital para mantenernos tranquilos y renunciar a todo aquello que contamina y evita un equilibrio interno.
¿QUÉ PUEDO LOGRAR?
Los objetivos de la meditación son numerosos, porque responden a necesidades y búsquedas personales.
Sin embargo, estos son los más comunes:
▶ Conciencia: desarrollar la relación de unidad con todo lo que nos rodea. Abrir los ojos ante el mundo y entender cuál es nuestro lugar.
▶ Descanso mental: calmar la mente y liberarla de las preocupaciones constantes y los pensamientos que nos agobian.
▶ Ingenio: limpiar la mente para hacerla más creativa.
▶ Salud: estimular el sistema inmune y desarrollar los mecanismos de autocuración que nacen en el interior.
▶ Relajamiento: liberar la ansiedad y el estrés. Crear un estado de bienestar.
▶ Concentración: potenciar la concentración y memoria.
MEDITACIÓN ‘DETOX’
Incluir esta práctica desde el comienzo en un plan de desintoxicación integral, es una oportunidad de reconocer nuestro organismo y su funcionamiento, pues al meditar desarrollamos conciencia sobre lo que experimentamos internamente y de esta manera podemos tener una idea de la ruta que debemos trazar en nuestro proceso de depuración. Para empezar, cinco minutos serán suficientes. Luego se puede ir aumentando el tiempo hasta lograr 30 minutos de meditación o más.
Sigue los siguientes pasos:
▶ Paso 1: Encuentra un ambiente tranquilo y en lo posible silencioso.
▶ Paso 2: Realiza algunos estiramientos antes de iniciar.
▶ Paso 3: Toma una posición cómoda. Preferiblemente con la columna alineada, las piernas cruzadas y los ojos cerrados.
▶ Paso 4: Respira extensa y profundamente. En cada inhalación y exhalación procura liberar la mente, para estar atento al ejercicio.
▶ Paso 5: Entra en un estado de paz y conciencia interna, para entender cómo funciona nuestro cuerpo y escuchar sus necesidades.
También existe la meditación activa, que consiste en estar tranquilos y enfocados tanto en nuestro interior como en nuestro exterior mientras realizamos alguna actividad. Por ejemplo, colorear mandalas, salir a caminar, barrer o trabajar, son acciones que pueden llevar a una buena meditación, siempre y cuando seamos conscientes del proceso y estemos dispuestos a conectarnos con nuestro organismo.
El camino hacia la limpieza profunda empieza cuando deseamos llegar a ese nivel de evaluación personal.
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