Combustible para tu cuerpo

Así como un carro necesita energía o gasolina para trabajar y no quedarse a mitad del camino, tu cuerpo es una máquina perfectamente diseñada con sistemas que se intercomunican y que requieren combustible para ejercer sus funciones de manera eficaz.

DESAYUNA

El desayuno es la comida más importante del día. Incluye carbohidratos de digestión lenta como panes de granos integrales y proteína como huevos para activar tu metabolismo y comenzar el día lleno de energía.

Un buen desayuno antes de salir de casa te ayudará a estar alerta y concentrado en tus reuniones y actividades matutinas. Además está comprobado que las personas que tienen el hábito de desayunar tienen un metabolismo más rápido y buena digestión.

ENFÓCATE EN CARBOHIDRATOS COMPLEJOS

.Los carbohidratos complejos se digieren más despacio y liberan la glucosa a la sangre lentamente a lo largo del día, proveyéndote un flujo de energía estable para que realices tus actividades. Puedes comer un puñado de arroz integral en el almuerzo o un snack con avena en la tarde. También puedes incluir pasta, es una fuente de energía ideal antes y después de entrenar porque ayuda a reponer las reservas. Además no contiene colesterol y es baja en grasa.

EVITA LOS CARBOHIDRATOS DE DIGESTIÓN RÁPIDA

Los dulces, los postres y harinas “blancas” liberan azúcar rápidamente a la sangre causando picos de mucha energía e hiperactividad seguidos por bajas de energía y letargo. Si quieres mantener la energía de tu cuerpo constante evítalos, toma bastante agua y come alimentos con fibra, éstos te ayudan a tener la sensación de saciedad y a evitar esos antojos dañinos.

COME PORCIONES PEQUEÑAS CADA TRES HORAS

Incluir en tu alimentación comidas balanceadas cada dos o tres horas mantiene estable tus niveles azúcar en la sangre brindándote un flujo constante y equilibrado de energía a lo largo del día.

CONSUME ALIMENTOS RICOS EN LAS VITAMINAS DEL COMPLEJO B

Las vitaminas del complejo B son esenciales para convertir los alimentos que consumes en energía. Asegúrate de cumplir con los requerimientos básicos a través de una dieta rica en alimentos de alta calidad nutricional como frutas, vegetales, granos enteros, carnes, aves y pescados.